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miércoles, 30 de abril de 2014

por segunda vez Gastón Cornejo se refiere al libro de Peñaranda Control Remoto que está siendo leído, quizá por varios miles de compatriotas referido a la cooptación por el Vice García Lineros de importantes medios de comunicación con el fin de controlarlos. Cornejo no entró al análisis de la obra, si bien realizó una profunda lectura. nos promete regresar con sus percepciones, que estaremos a la espera.

RAÚL  PEÑARANDA Y CONTROL REMOTO.

Posterior a mi rabieta sobre la xenofobia demostrada por Hugo Moldiz y la Ministra Amanda Dávila, aprendí que la ofensa contra el periodista Raúl Peñaranda autor del libro “Control remoto”, fue secundaria a la presentación de un libro de denuncia profesional. Ansioso por leerlo y enriquecerme de verdades, presumí que tal trabajo debía tener un contenido verídico y novedoso; ante la xenofobia convoqué a todos los bolivianos nacidos en Chile a leer el libro con detenimiento.

Me llegó por obsequio una segunda edición de impresión reciente, lo leí en una sola noche, primero como catarsis psiquiátrica para tratar medicamente el malestar provocado por un antiguo matrimonio patológico, y luego, por el interés que siempre despierta una denuncia bien documentada. No pegué pestaña, curó el dolor precordial, el inicial sentimiento negativo se tornó en otro tipo de enojo subjetivo igualmente intolerable de nauseas y dolor abdominal ante la evidencia de la agresión persecutoria al sentimiento patrio impoluto, aquel que mantuve enhiesto ante mi bandera, ante la historia y la imagen inmaculada de la Patria. 

El objetivo del libro es elocuente: ¡De cómo el gobierno creó una red de medios paraestatales y un plan para acosar a la prensa independiente! Al amanecer, las primeras luces me encontraron absorto metabolizando los hechos denunciados, más otros que conozco como los de don José María Bakovic y el Gral. César López, el cuadro fue completo. Concluí: felizmente estoy al otro lado en el segundo período de gobierno, el primero cargado de idealismo, utopía, honestidad, tenía dignidad política. Fue una bella experiencia en la madurez de mi vida.

Más tarde visité el taller pictórico del consagrado artista José Rodríguez. Tenía listo un hermoso cuadro aún sin título. Por asociación la imagen me golpeó rematando la lectura de “Control Remoto”.

Se trata de dos seres en vías de robotización, corren ciegos, inconscientes, en gesto estúpido, hacia un fondo mural de columnas alternadas de dólares y edificios del consumismo postmoderno. Uno de ellos camina con paso firme, el otro brinca feliz, hacia la extinción y la indignidad. Van cubiertos de periódicos rasgados con escritos invertidos cubriéndoles la espalda. Creen estar envueltos en información actualizada, veraz, oportuna, imparcial e independiente. Varias palomas, cuyo habitual ropaje plumífero ha sido permutado por el mismo papel de periódico, circundan a los personajes con noticias tele-dirigidas, se trata de falsas palomas  que simulan aún ser el símbolo de la paz y la libertad. Están suspendidas de hilos manejados por titiriteros diabólicos ausentes del escenario. Los mensajes de las colombinas que rodean a los dos humanos visiblemente violentan sus derechos de información, su libertad de palabra y el pensamiento crítico, para no rezongar nunca jamás. Se trata de la mejor metáfora visual sobre el lavado cerebral que utiliza el lenguaje político, mendaz, el de doble moral, el histórico discurso político dañino. ¡Aquí no se aceptan libre-pensantes!

“Control remoto” contiene una valiente denuncia de la conformación paraestatal de la comunicación y el acoso a los medios independientes. Vale estudiar el contenido en forma cuidadosa pues es un trabajo profesional de elevada tesitura. Aporta documentación verás, reveladora, útil para crear la verdadera democracia y el estado de derecho en el futuro de la Patria.

El autor ameniza cada capítulo con expresiones que trascienden por lo vergonzante de su significado y los subraya aportando otras citas magistrales de mensaje subliminal: “La política saca a flote lo peor del ser humano” Mario Vargas Llosa. “Hay momentos en la vida de todo político en que lo mejor es no abrir la boca” Abraham Lincoln. “Ningún político debe ser divinizado” Albert Einstein.




Gastón Cornejo Bascopé
Lunes 28 de abril 2014.
(Con las disculpas del caso, nos vemos privados de publicar el cuadro al que se refiere el Dr. Cornejo titulado Control Remoto, por razones ténicas, por lo que le pedimos el envío en correo aparte (e-mail) una toma algo más luminosa que la envíada adjunta. gracias Gastón)









                         



viernes, 25 de abril de 2014

atemorizan a los medios para evitar críticas a la gestión de Evo. Peñaranda presentó Control Remoto en la UMSS. chantajes y presiones caracterizaron la venta de medios al MAS.

La estrategia del Gobierno para tener el control de los medios de comunicación se sustenta en la compra de canales, periódicos y radios, además de cooptar y atemorizar a los directores y propietarios en Bolivia, según el periodista Raúl Peñaranda, autor del libro “Control remoto” y columnista de Los Tiempos.
“La estrategia es atemorizar a los medios independientes, presionarlos, arrinconarlos y acosarlos”, dijo Peñaranda que presentó ayer su libro de investigación “Control remoto”, en el auditorio de la Facultad de Humanidades de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS).

Dijo también que en la mayor de las veces la compra de los medios tuvo como trasfondo los “chantajes y presiones”.
La investigación realizada por Peñaranda en base a entrevistas a funcionarios públicos y empleados de algunos medios de comunicación devela el surgimiento de una red de canales y periódicos “paraestatales” manejada desde la Vicepresidencia.
“Son medios privados pero que funcionan como si fueran estatales como que dependen del Gobierno, coordinan su trabajo informativo y de opinión con las autoridades, por lo tanto pierden su rasgo independiente”, sostuvo Peñaranda.
El autor identifica en concreto  a los canales televisivos ATB, PAT, Full Tv y Abya Yala y al periódico La Razón, diario que antes pertenecía al grupo español Prisa y ahora es del empresario venezolano Carlos Gill.
Peñaranda calificó de efectiva la estrategia de la administración Morales para cooptar a los medios de comunicación denominados en otrora, “contrarios”, al  denominado “proceso de cambio”.
“Nos hemos quedado algunos periodistas y comunicadores con una fotografía anterior del pasado de que los medios eran contrarios al Gobierno actual. La fotografía real de ahora es que los medios de comunicación por lo general están respaldando al Gobierno”, dijo Peñaranda.
Según investigaciones que analizan la relación medios de comunicación y gobiernos del denominado “giro a la izquierda” sudamericano  (Ecuador, Venezuela y Argentina), permiten sostener que la estrategia utilizada en Bolivia es casi similar a las empleadas por estos gobiernos.
“La misma figura sucede en otros países, especialmente en Venezuela, donde el Gobierno ha logrado coaptar, comprar y atemorizar tanto a los medios, que ya quedan escasos medios independientes”, dijo.
Para Peñaranda el rol que cumplan los “pocos” medios de comunicación “independientes” en las próximas elecciones presidenciales 2014 serán de importancia para mantener informada a la población y contrarrestar la guerra mediática gubernamental.
“Pueden ser pocos los medios independientes (..) todavía estamos en una situación de minoría pero con la cantidad suficiente para informar a la gente”, dijo.
Investigación
El libro de Peñaranda, tiene 162 páginas a las que se suman 33 más de anexos. La investigación es cualitativa-cuantitativa, por un lado utiliza técnicas como la entrevista, testimonios, estudios de casos y análisis de contenido noticioso; y por otro recurre también a la cuantificación de la publicidad gubernamental que reciben ATB, PAT, Full Tv, Abya Yala y el periódico La Razón.

martes, 22 de abril de 2014

empezó la huelga de hambre. las esposas de los sargentos en Cochabamba y otras ciudades. el ministro no ofreció novedad alguna. sus demandas han sido atendidas, afirmó a Fides hace pocos minutos.

Los suboficiales de las Fuerzas Armadas desde ayer se replegaron de sus funciones y sus esposas respaldaron la protesta con una huelga de hambre. Solo un grupo de emergencia mantiene los aviones del Transporte Aéreo Militar(TAM).

La mayoría de los militares movilizados prestan servicios en la Segunda Brigada Aérea, donde realizan las revisiones técnicas de los helicópteros de rescate y salvamento y de los aviones K-8.



Aseguraron que no levantarán su medida de presión hasta que sus demandas sean atendidas.

Exigen un trato igualitario entre los suboficiales y los oficiales, rechazan el cierre del Curso de Supervisión de la Escuela de Perfeccionamiento Técnico Aeronáutico (EPAM) y el cambio de destino.

Tres esposas de los suboficiales de la Fuerza Aérea comenzaron una huelga de hambre, en las instalaciones de la Asociación Nacional de Suboficiales y Sargentos (Ascinalss) de las Fuerzas Armadas.

Pasaron muchas dificultades cuando se trasladaron a Cochabamba desde sus anteriores destinos. Les costó encontrar vivienda y cupos en los colegios, explicaron las huelguistas.

jueves, 17 de abril de 2014

dos grandes. dos genios. amigos y compadres, durante años vivieron una sólida y estrecha relación. Mario Vargas desde Ayacucho, Perú envió condolencia a la familia de Gabo radicada en México.

Mario Vargas Llosa se enteró en Ayacucho, Perú, donde recibía la Semana Santa junto a sus allegados, de la muerte de Gabriel García Márquez.
En breves declaraciones a la prensa, el nobel peruano dijo lamentar la noticia y le envió las condolencias a la familia del autor, según publica el portal del diario El Comercio.


"Ha muerto un gran escritor. Sus obras le dieron gran difusión y prestigio a la literatura. Sus novelas le sobrevivirán y seguirán ganando lectores por doquier. Le envió mis condolencias a su familia", dijo Vargas Llosa.
Como se recuerda, Mario Vargas Llosa y Gabriel García Márquez fueron parte fundamental del llamado "boom latinoamericano" y protagonistas de una pelea que se hizo leyenda en las letras hispanas.

sábado, 12 de abril de 2014

mala política. Gobierno insiste en la condición de "chileno" de Peñaranda que declaró 10 veces su condición de boliviano pleno, para desvirtuar el libro. la funcionaria que reemplaza a la Vocera Amanda, volvió a mostrar titulares de Página Siete, "donde el autor de Control Remoto habría apoyado a Chile en el pleito con Bolivia, lo que no es evidente.

El periodista Raúl Peñaranda anunció para el lunes 14 de abril la venta de la segunda edición del libro Control Remoto, en la sede de la Asociación de Periodistas de La Paz (APLP), luego de que un primer lote se agotó en menos de una hora, durante su presentación.

Entre tanto, el Gobierno, a través de la viceministra de Políticas Comunicacionales, Claudia Espinoza dijo que el exdirector de Página 7 no representa al periodismo independiente, sino a la ultraderecha chilena.

El autor del libro, que revela el rol que cumplen varios medios de comunicación a los que denomina “paraestatales”, indicó que una imprenta local concluirá el fin de semana con la reedición.

Al margen de las reacciones que surgen desde Chile por la demanda que interpuso el Estado boliviano ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, Espinoza, identificó que "en el país también hay reacciones contrarias a un anhelo del pueblo boliviano que más bien amplifica la posición de la ultraderecha chilena", como es el caso del exdirector de Página Siete, Raúl Peñaranda.

"En el tema marítimo era muy explícita la política editorial del medio cuando estaba Raúl Peñaranda pues solo tenían cobertura las fuentes chilenas, quedando excluidas las coberturas nacionales", señaló Espinoza en una entrevista a la red ATB.

En este sentido, la autoridad gubernamental mostró varios titulares y editoriales del matutino paceño -cuando era dirigido por Peñaranda-.

viernes, 11 de abril de 2014

la nota que sigue, profética y ajustada a la realidad, del diario Los Tiempos de Cochabamba, presagió el efecto boomerang que se ha cumplido al pie de la letra. el editor expresa su admiración por LTD y el acierto de su profesía. simpatía por el autor y rechazo a la xenofobia estatal.

El periodista y ex director del periódico Página Siete, Raúl Peñaranda, agotó la noche de este jueves todos los ejemplares de su nuevo libro "Control Remoto" en el lapso de dos horas. Los asistentes al evento consideraron que tuvo un éxito sin precedentes y que sólo es comparable con la venta de un nuevo título de algún escritor famoso. 



Centenas de personas interesadas en adquirir este libro abarrotaron el salón de eventos de la Asociación de Periodistas de La Paz (APLP), situado en la avenida 6 de agosto de la ciudad de La Paz, como si se tratase del estreno de una película de Hollywood o la presentación de un reconocido artista de rock. Incluso después de agotados los 200 números que fueron reservados y los 300 que se vendieron en ese instante, más de 200 personas se quedaron sin el ejemplar y exigían más libros. 

Entre los asistentes al evento se encontraban personalidad de la talla del ex superintendente de Hidrocarburos, Carlos Miranda, el diputado del MSM, Fabián Yaksic y el ex legislador de Condepa, Toribio Tapia Valencia; personalidades del periodismo como el presidente de la APLP, Antonio Vargas; y medios de comunicación que cubrieron el acto. Peñaranda, quien en las últimos días fue requerido por los medios de prensa masivos por su nuevo libro que trata acerca del control de los medios de comunicación que ejerce el gobierno, quedó abrumado por la respuesta del público que no dudó en aplaudirlo al momento de presentar su obra en la APLP. La segunda edición saldrá el lunes y se venderá en la librería El Baúl del Libro y se espera que tenga el mismo éxito. 

Peñaranda agradeció parte del éxito obtenido a las acusaciones de la ministra de Comunicación, Amanda Dávila. Esto debido a que las acusaciones que le hizo al autor de "haber nacido en Santiago de Chile" lo pusieron en el centro del escenario mediático y los espectadores deseaban saber qué había escrito el periodista para ser tan "atacado". Asimismo, el autor reveló que fue objeto de "presiones" para no publicar su obra. "Quiero hacer una revelación, ahora ya lo puedo hacer. Cuando yo dije a una radio de Santa Cruz que el libro estaba en la imprenta, en realidad no estaba; pero yo hice esa declaración para que cesen, para que terminen las presiones en contra del libro porque querían evitar que el libro salga", relató Peñaranda en frente de varios medios de comunicación. 

El periodista sospechó que fueron agentes del "gobierno" quienes presionaron para evitar que esta obra salga a la luz y que tenga el éxito que tuvo. Sin embargo, el libro salió y se convirtió,como dirían en las grandes editoriales, en un best-seller en menos de 120 minutos.

jueves, 10 de abril de 2014

campaña denigratoria contra Peñaranda termina como un boomerang, crece la solidaridad contra el agredido y provoca desprecio por los que impulsan viles ataques que sólo se dieron en medio de las dictaduras militares. Los Tiempos ante la agresión a un periodista.

La campaña que autoridades de gobierno y algunos escribidores oficiosos han desatado en contra del periodista Raúl Peñaranda ha cruzado todo límite de decencia y racionalidad, además de violar principios constitucionales y legales. Llega a tal grado de vileza que incluso personalidades que explicitan su afecto por el MAS, sus dirigentes y la gestión gubernamental han expresado su rechazo a ella por su contenido sectario y xenófobo.
Revisando algunas experiencias anteriores, una arremetida de esta naturaleza no responde (o no puede hacerlo) sólo a los impulsos personales de quienes la ejecutan, más aún en un Gobierno en el que el sector comunicacional concentra a muchos de sus mejores operadores. Podría tratarse, por tanto, de una campaña que precisamente pretende aparecer como burda para evitar que la ciudadanía se interese por los serios problemas que el Gobierno está confrontando. Parecería que temas como el tratamiento del proyecto de la ley minera, los extorsionadores de toda laya, la corruptela en la administración pública, como la conformación de roscas político-familiares para la apropiación de los recursos del Estado, la abierta injerencia del poder político en la justicia, etc. están provocando una severa deslegitimación del discurso oficial y de sus voceros, lo que lo obliga a distraer la atención pública, y qué mejor recurso, a su criterio, que atacar a un conocido periodista de ser chileno y agente de ese país.
Sin embargo, pareciera que el remedio utilizado será peor que la enfermedad. Es tan grosera y burda la campaña que si bien ha distraído, efectivamente, la atención de muchos ciudadanos respecto a temas centrales de la gestión gubernamental, ha provocado, en unos, mayor decepción sobre el Gobierno y sus conductores, y en otros ha ratificado la percepción de que se van imponiendo las corrientes más autoritarias del MÁS y que este Gobierno está siendo absorbido no sólo por la corrupción sino también por la soberbia, que siempre es mala consejera en el ejercicio gubernamental.
Pero, hay un enfoque más que se debe anotar. Es la preocupación porque en el Gobierno no haya límites en el ataque al real o presunto adversario. Es decir, hay demasiados indicios sobre una actitud de desprecio a la dignidad humana. Las autoridades se creen con el derecho de insultar, cuando no denigrar y calumniar, a todos quienes expresan críticas a ellas o a la gestión.  El periodista Raúl Peñaranda es la víctima actual y los ataques que le hacen responden a la lógica premoderna de dividir al mundo en opuestos, cuando todo indica que hay enormes espacios para la sana interacción.
En este sentido, la campaña denigratoria a la que hacemos referencia termina como un bumerán, pues a tiempo de que crece la solidaridad alrededor del periodista agredido, crece el desprecio hacia quienes  impulsan ataques tan viles, sólo vistos en tiempos de las más aborrecibles dictaduras militares.
Desde Los Tiempos expresamos nuestra solidaridad con Peñaranda y condenamos, por principios de orden moral, profesional y humano, los ataques que este periodista recibe desde el poder central.