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viernes, 28 de abril de 2017

Chambai senador del MAS le pide a Martínez que sus hermanos dejen de trabajar en el Gobierno. que fue un acuerdo de todos los masistas evitar el NEPOTISMO. creen ustedes que se hará caso del pedido del masista? jamás...dejarán pasar unos dias y todos olvidarán tal cosa.


El senador por Cochabamba Efraín Chambi. (Senado)
El senador por Cochabamba Efraín Chambi. (Senado)

Senador del MAS pide renuncia de parientes de autoridades del Gobierno

El senador Efraín Chambi del Movimiento al Socialismo (MAS) pidió  a los familiares del ministro de la Presidencia, René Martínez, renunciar y alejarse de los cargos en la función pública por un principio revolucionario y en apoyo al proceso de cambio.

“Queremos pedir quienes tuvieran algún familiar trabajando en el gobierno, que  por un principio de este proceso revolucionario y de cambio, renunciar y alejarse y demostrar ese principio que hemos marcado en nuestra acción política”, indicó Chambi.

El miércoles el diputado opositor, Amilcar Barral dio a conocer que cuatro hermanos del ministro de la Presidencia trabajan en diferentes instancias del Estado, tanto en el gobierno central como en un municipio.

Nelson, Juan Adhemar y José Luis Martínez Callahuanca son hermanos del ministro de la Presidencia y trabajan en Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, en Insumos Bolivia y la Autoridad de Fiscalización y Control del Sistema Nacional de Salud, respectivamente.

Martínez Callahuanca, mediante un comunicado público sostuvo que sus parientes no incurren en ninguna irregularidad porque no ejercen sus funciones en una misma institución y por lo tanto no contradicen la Ley del Estatuto del Funcionario Público.

Chambi dijo que todos los servidores públicos deben seguir el ejemplo del presidente Evo Morales “que no tienen ningún familiar trabajando en la gestión pública”.

LA PAZ/Fides

domingo, 23 de abril de 2017

falta comida, medicina, insecticidas, además el 78% de su población no sabe sobrevivir, mientras Maduro quiere armar la milicia del millón, los jóvenes ponen el pecho, han perdido el miedo. según Montaner la juventud venezolana decretará la caída de Maduro y no le dará tiempo de huir a Cuba, como está pretendiendo.


¿Caerá Nicolás Maduro?


Carlos Alberto Montaner

Maduro y el chavismo caerán, pero no por su propio peso, sino por el esfuerzo de sus adversarios. El síntoma inequívoco está en esos millares de jóvenes venezolanos dispuestos a enfrentar a las fuerzas represivas. Los venezolanos menores de 25 años no conocen otro régimen que el confuso guirigay chavista. Si persisten, acabarán por triunfar, como sucedió en Ucrania.

Los Estados totalitarios tienen un tiempo crítico de gestación. Las revoluciones no se pueden hacer en cámara lenta y el manicomio venezolano fue inaugurado en 1999, hace 18 años. Las ingenuas ilusiones de aquel instante fueron progresivamente aplastadas bajo el peso de una nefasta experiencia gerencial que ha destruido el país trenzada con la corrupción, el narcotráfico y la idiotez.

El tiempo es un factor crítico. Cuando las revoluciones comienzan cuentan con muchos adeptos y con la curiosa expectativa del conjunto de la población, pero los caudillos totalitarios saben que deben actuar rápidamente porque la luna de miel será corta. Lenin tomó el poder en octubre de 1917 y antes de los dos años ya había echado el cerrojo. A Fidel Castro sólo le tomó 18 meses apoderarse de todos los medios de comunicación, de la enseñanza privada y de las grandes y medianas empresas.

Probablemente Hugo Chávez tuvo que someterse a otro calendario por la forma en que tomó el poder y porque hizo redactar una Constitución garantista con bastantes elementos de la democracia liberal. Enterró un texto “moribundo”, pero parió otro que hablaba de separación de poderes y de libertades, y que dejaba la puerta abierta a la insurrección en caso de que la estructura republicana estuviera en peligro.
¿Cómo se sostiene Nicolás Maduro pese al manifiesto rechazo popular al régimen?

Su poder se fundamenta en la capacidad represiva del régimen y ésta, a su vez, depende de la información que recibe y del daño que puede infligir a quienes no obedecen. De ahí la importancia del terror. El sistema juega con la ilusión de que conquista el corazón de los ciudadanos, pero no es verdad. Se trata de apoderarse de las vejigas de los súbditos. La intención es que se orinen de miedo.

Como se sabe, la información es poder. Maduro tiene acceso a los informes de la inteligencia cubana, organismo dedicado a explorar la vida y milagro de las personalidades venezolanas –opositores y chavistas–, especialmente de quienes merodean el poder y tienen la posibilidad potencial de descabezar al gobierno, sustituirlo y darle un vuelco instantáneo a la situación política.

Luego viene la represión. Los servicios cubanos aprendieron de la Stasi alemana, madre y maestra de la represión, que basta un 0,5% de la población para manejar a cualquier sociedad en la que, además, el Gobierno controle férreamente los tribunales y el aparato propagandístico para construir el relato que le permita perpetrar cualquier canallada.

¿Cómo llegaron los soviéticos y los alemanes a ese porcentaje? Según la leyenda, la cifra surge de la observación de los rebaños ovinos hecha por la eficiente policía política zarista: la temible Ojrana. Bastaba un perro feroz para mantener a raya a 200 temblorosas ovejas. Entre sus actividades estaba, fundamentalmente, la información, la desinformación, la penetración y la disgregación del enemigo.

En Alemania Oriental apenas necesitaron 80.000 personas para sujetar a 16 millones de aterrorizados súbditos. En Cuba son unas 55.000 para 11 millones. En Venezuela se trataría de 150.000 personas dedicadas a maniatar a casi 30 millones.

Sin embargo, en Venezuela no alcanzan, y ahí está “el bravo pueblo” en las calzadas y plazas para demostrarlo. Maduro quiere armar una milicia de un millón de paramilitares. ¿Para qué? Porque no se fía de las Fuerzas Armadas. Esas milicias son para evitar que un día algunos militares se cansen de su incompetencia y de sus necedades, como hicieron con el general Juan Velasco Alvarado en Perú, aunque, en su caso, tal vez termine en un avión rumbo a Cuba, rodeado de los handlers del G-2 isleño, que lo manejaban como a una marioneta inepta que hablaba con los pajaritos y bailaba salsa en medio del naufragio.

La hambruna está a la vuelta de la esquina por la falta de dólares para importar alimentos. La catástrofe es mucho peor en sociedades urbanas, como la venezolana, en las que el 78% de la población carece de habilidades campesinas. Súmese a este cuadro la falta de medicinas, de insecticidas y de todos los factores que mantienen a raya las enfermedades. El resultado es obvio: Venezuela se hunde si Maduro continúa instalado en Miraflores. Todos los venezolanos, incluso los chavistas, saben que tiene que irse.

viernes, 7 de abril de 2017

patinazo "caída espectacular resbalando sobre el hielo", genuina expresión de Pedro Shimose cuando califica el bochornoso espectáculo de los últimos días en diversos escenarios empezando por el de la OEA.


El patinazo diplomático plurinacional

El matemático, sociólogo, político, financista, poeta y socio honorífico del selecto Katari Club se identificó –al “tomar el cielo por asalto”– con la Revolución Francesa (la de la burguesía europea), no con la Revolución Rusa (la del proletariado mundial). La Revolución Francesa es más ‘chic’. Después de leer 25.000 libros se arrogó a sí mismo el papel de Robespierre, le otorgó al capitán Quintana el papel de Fouché y a David Choquehuanca, el de Talleyrand. El invento no funcionó.

Quintana prefirió ser Sun Tzu (el estratega chino de la CAMC) y Choquehuanca renunció a ser Talleyrand, porque el cínico diplomático francés no creía que las piedras tuvieran sexo y que el tiempo “avanzara” hacia atrás como los relojes aimaras. Destituido Choquehuanca, su discípulo y sucesor, Fernando Huanacuni, ha empezado a cometer errores que su maestro no cometió. Por no consultar a los yatiris de la coca, firmó un precipitado documento de “apoyo incondicional” al Gobierno de Maduro, sin entender que los golpistas del Tribunal Supremo de Justicia eran partidarios de Maduro.

O sea, apoyó el autogolpe de sus cumpas chéveres. 

El artista del ‘pop art’ norteamericano, Andy Warhol, es célebre por sus grabados y retratos, pero lo es más por un aforismo: “In the future, everyone will be famous for fifteen minutes” (En el futuro, cada individuo será famoso durante 15 minutos) que muchos simplifican así: “Todos tenemos derecho a 15 minutos de gloria”. Al parecer, Huanacuni ha consumido los suyos al emitir su comunicado de “solidaridad y apoyo incondicional (sic) del Gobierno y del pueblo boliviano (sic) al Gobierno venezolano de Nicolás Maduro”, inmediatamente después de producirse el golpe del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela contra la Asamblea Nacional. 


Muy grande debió de ser la sorpresa del ministro Huanacuni al saber – después de “meterle nomás”– que la fiscal chavista, Luisa Ortega Díaz, condenaba el golpe chavista del presidente chavista, que sigue oyendo el trinar de un “pajarito chiquitico”. Y más grande aún su desconcierto, al enterarse de que el propio Maduro había anulado su autogolpe, debido al repudio unánime de los gobiernos democráticos de Occidente. Ningún otro país afín al chavismo (Cuba, Ecuador, Nicaragua) apoyó pública e incondicionalmente el autogolpe inmaduro del presidente Maduro.

Es posible que, cuando se publique este comentario, el canciller Huanacuni ya esté en Suiza, defendiendo dizque (en la oficina ginebrina del Consejo de Derechos Humanos de la ONU) a los bolivianos maltratados en Chile por la Policía chilena. ¿Es necesario que el ministro se desplace a Suiza? ¿Para qué está, entonces, la embajadora Nardi Suxo, en Ginebra? ¿Cuánto cuesta el chistecito del viaje? // Madrid, 07.04.2017.