Jhon Arandia tiene sin duda grandes cualidades como periodista de televisión. Sus méritos son notables y no vamos a incidir en la crítica fácil y generalizada. Nos vamos a referir específicamente a la entrevista que sostuvo con Patria Ballivian, la mujer que ha gozado, goza del mayor poder en el gobierno de Evo Morales. Varias veces ministra de Estado, ocupó además cargos importantes como Administradora del Servicio de Caminos, sin haber dejado de ser un sólo día la "funcionaria favorita" de Evo Morales, por tanto tan responsable como el Jefe de Estado en las áreas que mantuvo bajo de su control y aún mantiene.
Jhon dejó de lado preguntas claves a lo largo de la extensa entrevista que tuvo lugar motivada por las severas críticas, denuncias y acusaciones en contra de la funcionaria pública a raíz de las tremendas fallas en la contratación de OAS (la discutida empresa constructora brasileña) que se adjudicó lla obra "llave en mano" de la carretera Cochabamba - Beni pasando por el TIPNIS, y que han venido apareciendo merced al esfuerzo de investigación y análisis que ciudadanos y grupos cívicos y políticos han venido realizando en torno al asunto.
Jhon olvidó en primer lugar preguntarle a Patricia Ballivian con qué méritos o calificación profesional contaba, cuenta para asumir responsabilidad técnicas en el Gobierno de Evo Morales. Ni siquiera repasó su historia de vida, para ilustrar a los seguidores del programa televisivo de qué personaje trataría la entrevista. Además del apoyo incondicional de Evo Morales y ahora se sabe de Ramón Quintana, porqué asume tamaña responsabilidad.
Segunda pregunta. Qué rol cumplió en el Servicio de Caminos dirigido entonces por don José María Bakovic, es evidente que como funcionaria de confianza, cometió las peores infidencias formulando acusaciones sin fundamento al entonces opositor Evo Morales acerca de "negociados de Bakovic" que nunca se llegaron a probar?
Tercera pregunta. Si es evidente que Patricia Ballivian fue la primera acusadora de José María Bakovic por tanto causante de su enjuiciamiento, detención y prisión en la cárcel de San Pedro en un juicio que lleva más de cinco años y que no tiene sentencia alguna, porqué reveló recién ahora, que el denunciante de "corrupción" fue Ramón Quintana?
Cuarta pregunta. Todo "el cuento del tio" que contó la Ballivian sobre la danza de millones de dólares en la Administración de Caminos a su cargo y los enjuagues con las empresas Queiroz y OAS y una licitación internacional a todas luces forzada "porque no hubo más que un sólo proponente", según confesión de la protagonista, no tiene asidero legal, dónde están los protocolos, los informes del Directorio, las "auditorías" a las que hizo mención Patricia y dónde las actuaciones del BID, Banco Interamericano de Desarrollo, que parece "avalando" todos los hierros de Patria Ballivian?
Finalmente. Un asunto tan serio, de inconmensurable interés para la Nación, no debió entremezclarse con temas estrictamente personales, que si P.B. tuvo amantes, que si adoptó o no una hija, que las dudas sobre su condición materna, etc., que son de por sí muy sensibles y que John debió haber separado al menos en dos partes. Así como lo presentó resultó siendo un atenuante a la alta responsabilidad de esta dama, tan comprometida con las irregularidades por los contratos sobre el TIPNIS y otras carreteras que todavía están en proceso de conclusión, vencidos que han sido los plazos legales que señala la Ley y los contratos pertinentes. Pobre Evo, pobre Patricia y pobre Jhon que no alcanzó a lucir "su aire de juez imparcial y considerado".
con un contenido similar ampliado a los sucesos de la TV, sus protagonistas y autores.en homenaje a los fundadores de la Federación de Trabajadores en Radio y TV, especialmente al malogrado compañero Hugo Sánchez Careaga y al primer Directorio elegido en el Congreso de 1963 (La Paz, Bolivia) Victor Aguilar Dorado, Mario Castro, Jerjes Justiniano, Alfonso Rojas, Gladys Ferrufino, Antonio Torrico, y a todos los fundadores de la Federación de Trabajadores de Radio y TV de Bolivia
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sábado, 28 de abril de 2012
jueves, 26 de abril de 2012
radialista involucrado en violencia masista. el locutor cumplió su deber al difundir información sobre el TIPNIS. Mario Rueda lo destacada en su Juego Plegroso
El Gobierno ejecuta todo un plan para contener la IX marcha por el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis) hacia La Paz.
La primera fase del esquema apuntó a la división de los pueblos indígenas de tan preciada reserva natural. Para conseguir este objetivo se apeló a tácticas de jaez prebendalista. “Te doy y halago con esto a cambio de que atajes a los marchistas”, fue, a todas luces, la exigencia implícita en los despliegues de asistencialismo gubernamental.
Aludimos a resultados que no son difíciles de conseguir en comunidades en las que la extrema pobreza determina que la necesidad, que siempre tiene cara de hereje, desplace a la ética.
Impulsó también este zarandeo una intensa prédica ‘desarrollista’ en torno a una carretera que sacando del aislamiento geográfico a los nativos y garantizándoles buenas condiciones de acceso a los mercados urbanos, con réditos estimulantes para producir más y mejor, les reportaría mejores condiciones de vida.
En la ruta de la IX marcha del Tipnis hay ahora ciertas comunidades a las que del modo referido el Gobierno convirtió poco menos que en casillas de ajedrez para el jaque mate a los marchistas. Esperan allí a los defensores del Parque Isidoro Securé bien organizadas cuadrillas de ‘alfiles’ (comunidades nativas que se pasaron al bando del Gobierno) para que paren y desbanden la caminata.
Lo ocurrido en una de dichas ‘casillas’ o paradas, donde un radialista fue brutalmente agredido por difundir un mensaje de los marchistas del Tipnis, representa precedente de gran rigor premonitorio de la gravedad a la que pueden derivar los inevitables encontrones entre bandos indígenas rivales.
O sea que a muy corto plazo, la actual conflictividad social en el país podría alcanzar extrema incandescencia (no es baja la actual temperatura generada por médicos, trabajadores de salud, Central Obrera Boliviana, choferes y otros sectores), sobre todo si los choques entre indígenas por el asunto del Tipnis (en los que pueden verse involucradas las fuerzas del orden) arrojan saldos de muertos y heridos…
Juego peligroso, por cierto, lo del Gobierno. Bien haría este en dejar de hacer las movidas lácticas para volver al diálogo y la negociación con los protagonistas del conflicto.
La primera fase del esquema apuntó a la división de los pueblos indígenas de tan preciada reserva natural. Para conseguir este objetivo se apeló a tácticas de jaez prebendalista. “Te doy y halago con esto a cambio de que atajes a los marchistas”, fue, a todas luces, la exigencia implícita en los despliegues de asistencialismo gubernamental.
Aludimos a resultados que no son difíciles de conseguir en comunidades en las que la extrema pobreza determina que la necesidad, que siempre tiene cara de hereje, desplace a la ética.
Impulsó también este zarandeo una intensa prédica ‘desarrollista’ en torno a una carretera que sacando del aislamiento geográfico a los nativos y garantizándoles buenas condiciones de acceso a los mercados urbanos, con réditos estimulantes para producir más y mejor, les reportaría mejores condiciones de vida.
En la ruta de la IX marcha del Tipnis hay ahora ciertas comunidades a las que del modo referido el Gobierno convirtió poco menos que en casillas de ajedrez para el jaque mate a los marchistas. Esperan allí a los defensores del Parque Isidoro Securé bien organizadas cuadrillas de ‘alfiles’ (comunidades nativas que se pasaron al bando del Gobierno) para que paren y desbanden la caminata.
Lo ocurrido en una de dichas ‘casillas’ o paradas, donde un radialista fue brutalmente agredido por difundir un mensaje de los marchistas del Tipnis, representa precedente de gran rigor premonitorio de la gravedad a la que pueden derivar los inevitables encontrones entre bandos indígenas rivales.
O sea que a muy corto plazo, la actual conflictividad social en el país podría alcanzar extrema incandescencia (no es baja la actual temperatura generada por médicos, trabajadores de salud, Central Obrera Boliviana, choferes y otros sectores), sobre todo si los choques entre indígenas por el asunto del Tipnis (en los que pueden verse involucradas las fuerzas del orden) arrojan saldos de muertos y heridos…
Juego peligroso, por cierto, lo del Gobierno. Bien haría este en dejar de hacer las movidas lácticas para volver al diálogo y la negociación con los protagonistas del conflicto.
* Abogado y periodista
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