Vistas de página en total

sábado, 1 de septiembre de 2012

Franceso Zaratti escribe apuntes para un "manual del periodista y medio en broma medio en serio no confundir "flojo" con "flojera" so pena de juicio y cárcel


Corren tiempos difíciles para el periodismo que no está alineado con el proceso de cambio ni ha sido asimilado mediante la “compra directa” de medios. Por esa razón y porque tengo muchos amigos periodistas y reporteros, he resuelto darles una muestra concreta de apoyo mediante un “manual del perfecto periodista”, unas simples reglas de comportamiento para  que los periodistas sigan publicando y sean felices, lejos de los tribunales penales y los parafiscales que campean en la “nueva justicia”. A continuación les adelanto algunos de esos consejos.
La primera regla es entender que Bolivia vive permanentemente en campaña electoral, de modo que el periodista tiene que ponderar a quien va a beneficiar o dañar una noticia antes de publicarla,. Nunca, pero nunca, trate de enfrentar al Gobierno con su núcleo duro electoral, cocaleros, cooperativistas mineros y campesinos de tierras altas, hagan lo que hagan, cumplan o no cumplan las leyes. En los hechos una noticia es publicable si favorece el proceso de cambio o daña a la oposición.
La segunda regla es aprender del círculo íntimo del Presidente la ciencia de la exegesis, o sea de la interpretación de sus palabras y dichos. Entender cuando el jefazo habla en serio y cuando hace un chiste; cuando bromea y cuando la broma es en serio, cuando cita literalmente a un autor o cuando lo interpreta.  Es todo un arte, reservado a pocos iluminados, pero hay que aprenderlo, a no ser que uno quiera arriesgarse a citar “verbatim” las declaraciones presidenciales. En ese afán de instruirse, yo mismo hice una modesto aporte en esta columna hace unos meses (“Una muestra de iranía”, 28/4/12) interpretando respetuosamente una afirmación acerca de producir energía nuclear a partir del mercurio.
La tercera recomendación para alcanzar la perfección es no confundir adjetivos con sustantivos: en el proceso de cambio el flojo no tiene flojera, el hambriento no tiene hambre y el hielo no es agua, por lo menos en Uyuni. Otros adjetivos peyorativos,como “premeditada, alevosa, cobarde, inescrupulosa, antiética”, están reservados exclusivamente a ministros de Estado cuando se refieren a una nota periodística que no les agrada. De ese modo dejará de atraer sobre usted, periodista independiente, la acusación de “manipular, mentir, calumniar o tener actitudes provocadoras, perversas y ligeras” (citas textuales de dos maestro/maestra de la comunicación en función de gobierno).
La cuarta regla es: limítese a dar la noticia objetivamente sin cargarla de adjetivos que pueden inducir el criterio del lector. Por ejemplo la consulta en el Tipnis, de ninguna manera es póstuma, impuesta y malintencionada, sino “educada” y “generosa” porque objetivamente tiene el único fin de llevar regalos a los pobladores, como se estila en una visita, considerando que lo demás ya está todo decidido. Asimismo, ante la insinuación de que en Bolivia no hay seguridad jurídica, mejor hacer énfasis en las seguridades que sí se tienen: seguridad de que los banqueros, petroleros, ganaderos, soyeros, cooperativistas mineros y cocaleros seguirán ganando como en la guerra; seguridad de que las calles de la ciudad amanecerán bloqueadas los lunes y viernes de cada semana (lo que da alas para un creativo periodismo de investigación); la seguridad de que en un conflicto con los movimientos sociales, el Gobierno terminará disculpándose  y disculpando hasta los secuestros de personas.
Y una última, mas no menor, recomendación: a pesar de que seguimos gozando de una relativa libertad de expresión, nunca, pero nunca, hables de camión en casa de juanramón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario