Carlos Valverde al fin, llega a la conclusión que no tiene publicidad del Gobierno porque "no es opositor", de modo que les va mejor a quienes son abiertamente opositores, en lugar de los que de verdad hacen un periodismo imparcial si bien son críticos.

Según la ministra Amanda Dávila, “al menos el 99% de los medios opositores tienen publicidad del Estado”; no define lo que vienen a ser ‘medios opositores’ y, peor aún, los cita. Considerando que el presidente aseguró en EL DEBER que el 80% de los medios son ‘amigos’, ¿quiere decir que el 20% de los medios son los opositores? Es claro que un medio, un programa o un periodista que son críticos con el poder no significan ni expresan oposición, sobre todo cuando estos han mantenido a lo largo de su trayectoria la misma conducta, con todos los niveles de poder y los gobiernos, y de todos ha recibido quejas o acusaciones de ser opositor o de estar ‘haciendo juego con la oposición’.

Si un medio no es crítico, si no denuncia, si no cuestiona, no hace periodismo. Si el medio se dedica a camuflar los desaciertos del Gobierno y magnifica obligatorias acciones positivas, hace propaganda, no informa. Decir que el 99% de los medios tiene publicidad implica el hecho de que hay un 1% que no la tiene, y eso no es democracia plena. 

La ministra Dávila asegura que el Gobierno tiene cinco criterios para distribuir la pauta oficial: 1) alcance del medio (los hay en todo el territorio); 2) público meta al cual se dirige. ¿Quién lo define? ¿Define el Gobierno qué tipo de público tiene un canal, una radio o un diario? El Gobierno ‘estratifica’, ¿eso se entiende si se refiere a programas, aunque hemos visto publicidad en casi todos, cuando el medio ‘es amigo’?; 3) que cumplan los principios constitucionales básicos de no al racismo y la discriminación; 4) criterio de equilibrio y veracidad. ¿Quién determina esos valores? ¿El equipo ‘censor’? ¿Basado en ‘su’ visión o al interés del poder?; 5) propósitos del Gobierno para difundir su publicidad. ¿No quiere el Gobierno que ‘la información llegue a todos’?


Sería bueno que la ministra defina, reitero, lo que ella entiende por ‘medios opositores’. En mi caso, probablemente ahí está mi error, yo soy crítico, pero no soy opositor; yo no hago política, sino periodismo y no busco ser alternativa de poder, ni política ni empresarialmente. Probablemente por ello no tengo publicidad ni del Gobierno ni de la Alcaldía, pese a que he exigido a ambos gobiernos que se cumpla mi derecho de tener publicidad del Estado. Medios opositores… ¡bah!