Para evitar un “show político”, el Presidente del Estado decidió que, una vez escuchado su mensaje de bienvenida a los delegados de los partidos políticos convocados por él para reflexionar sobre las resoluciones de la Cumbre Plurinacional, los medios dejen de cubrir la cita, decisión que provocó el retiro de las tres fuerzas políticas más importantes: Unidad Nacional, el Movimiento Sin Miedo y el Movimiento Nacionalista Revolucionario.
Obviamente este retiro molestó al Primer Mandatario, quien no dudó en expresar su arrepentimiento por haber hecho esta invitación, sin considerar que varios jefes de los otros partidos se quedaron en sala (una buena mayoría afín al MAS y al Gobierno) y participaron de una sesión en la que, de acuerdo a una declaración de uno de ellos, debatieron “política e ideológicamente”, extremo que seguramente molestó a un viceministro, quien en tono de denuncia dijo, previamente, que los partidos pretendían hacer política con esta invitación.
Se ha señalado recurrentemente que el mal humor no es un buen consejero. De lo que se ha reseñado quedan en el aire muchas reflexiones. Si algo se pide desesperadamente a los partidos es que hagan política y no encuestas ni negocios... y se hace esta demanda desde hace mucho tiempo, pues al no hacer política se han desnaturalizado llevando al proceso abierto en 1982 a una crisis terminal si no era la intervención ciudadana que ha apostado, y al parecer para el largo plazo, a la democracia.
La decisión de que los medios no cubran la frustrada Cumbre, también deja una importante pregunta, que hace el meollo de nuestra defensa de la libertad de expresión e información: ¿sólo debemos difundir lo que el poder central decida?