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jueves, 22 de mayo de 2014

en 2000 muera el socialismo. había caído el muro de Berlín y el imperio soviético se desmoronaba. 2014 el neosocialismo, aliado de demócrata cristianos y social demócratas tratan de salvar a la Unión Europea. ratifica el apoyo a ciertos servicios, no todo puede ser privatizado. impuesto al azúcar y pordioseros de Rumania y Bulgaria en Escandinavia.



Muera el Socialismo. Viva el Socialismo

Mauricio Aira


Europa vive una inusitada efervescencia política motivada en las elecciones parlamentarias para la Unión Europea. Misión imposible mostrar un atisbo del cuadro febril en las 700 palabras de esta columna. Si en el 2000 arreció la lucha en contra del fracasado comunismo de la Cortina de Hierro, en 2014 la corriente va en contra de lo obrado hasta la fecha. El debate ha sido caliente. Si hemos sacrificado casi todo en aras de ideales de derecha, el capital, los bancos, el recorte del bienestar, ahora deben ser los socialdemócratas, los demócrata cristianos que impongan sus puntos de vista. Y la cosa va por ahí, mientras los burgueses quieren más de lo mismo, vale decir, privatizaciones y el control de la economía, la corriente socialista dice. Hay tareas del Estado que no se pueden delegar…hay subvenciones que son parte de la responsabilidad social que asumen los regímenes. Áreas sensibles que deben estar bajo la tutela del Estado.
Aun cuando no hay una lista de cuáles serían las tareas que no se deben abandonar está claro el orden, la salud, la educación, la vivienda, el régimen de pensiones y la asistencia social tanto a los enfermos, como a los marginados. En realidad la diferencia entre derecha e izquierda está en la forma de atender los servicios básicos y la forma de repartir las utilidades. Qué diferencia entre nuestros países y los europeos. Aquí se da por supuesto una administración eficiente, la formación competitiva de los jóvenes, sistemas de seguridad y de defensa efectivos, sin ningún derroche de recursos, mientras que en nuestros países tenemos que cuidar que no se roben los recursos públicos, que la corrupción y el contrabando no hagan de las suyas…aquí el debate se traslada al nivel más alto.
A la luz de estos años de desarme del bienestar social, de la “barbarie de las derechas” que consiguieron arrinconar a los socialistas a sus domicilios, acomplejados y apenados por una globalización galopante, se está llegando a la conclusión que Europa necesita del Socialismo, los trabajadores lo están asimilando, inclusive con la renuncia a ciertos beneficios con tal de conservar las reglas de juego de la Justicia Social y el porvenir para sus hijos.
Luego queda la UE burocratizada y volcada a sus problemas internos. En algunos rubros, como el económico ha perdido la iniciativa. Los Estados no tienen dinero para financiar al aparato administrativo de la UE cada vez más enredado en sus normas. Su presupuesto crece, por el aumento del ejército burocrático, se teme la “mutualización de las deudas”, lo que constituye una verdadera amenaza primero hacia su desarrollo y su existencia misma.
Los críticos de la UE dicen que hay que liberarla de normas empresariales que rigen hoy y decirles a los europeos que su futuro depende de su propio esfuerzo y no de la mala o buena voluntad del ejército de funcionarios UE. Se tiene que saber que nada es gratis y que la crisis no terminará colocando comisarios en los bancos y entidades financieras o para los asuntos fiscales.
Es que la UE nació para frenar la guerra y estimular la Paz, aunque la ambición de instaurar un imperio europeo podría derivar en la guerra. Recordar que tanto el fascismo como el nazismo centraron sus esfuerzos en la construcción europea, cuando Mussolini soñaba con instaurar el poder europeo, el noruego Vidkun Quisling proclamaba la unidad, frente al malgasto de la sangre en conflictos asesinos. Joseph Goebbelsdijo en 1940,  en 50 años razonaremos globalmente, ya no por países. Mussolini quería un nuevo imperio romano como los japoneses que deseaban un mundo de gran prosperidad. Hago un alto en la redacción, me traslado al mayor centro comercial de Gotemburgo y en 12 escasos minutos cumplo con votar. Desde luego el programa de los conservadores de crear un impuesto para frenar el consumo de azúcar, tenido por un producto asesino, no me atrae como la reconstrucción de un socialismo más humano y efectivo, tolerante con cientos de pedigüeños de Rumania y Bulgaria que invadieron Suecia y extienden la mano las 24 horas.








sábado, 17 de mayo de 2014

Pedro Shimose destaca dos premios, dos periodistas, dos formas de ver las cosas, de indagar y presentarlas al gran público. Pedro se refiere a Roberto Navia (camireño) y a Mónica Brianzon Messinger. acertado Pedro califica el trabajo de dos colegas como fuera de serie y meritorio.

La noticia que me llenó de gozo fue la concesión del Premio Libertad Juan Javier Zeballos 2014 a Roberto Navia Gabriel (Camiri, 30.08.1975), uno de los maestros más distinguidos del periodismo de investigación en Bolivia. Miembro de la redacción de EL DEBER desde hace 16 años, ha obtenido numerosos galardones nacionales e internacionales por sus crónicas y reportajes sobre la explotación infantil en Bolivia, la situación de los emigrantes latinoamericanos en Europa, el tráfico de seres humanos en Sudamérica y el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), años antes de que aflorara el conflicto entre el Estado Plurinacional y los indígenas cambas.

Roberto Navia incursionó, además, en el difícil género de la biografía al escribir, con Darwin Pinto Cascán, el libro Un tal Evo (Biografía no autorizada) [Santa Cruz, Editorial El País, 2007] que disgustó al biografiado porque esperaba que los autores se sumaran al coro estalinista del culto a la personalidad. Esta biografía debería ser, quizás, actualizada y reditada.
(El Premio Libertad está auspiciado por la Asociación Nacional de Prensa. Fue instituido en 2007 y ha sido concedido a prestigiosas personalidades bolivianas por su contribución a la lucha por la libertad de expresión, el desarrollo de la conciencia cívica y democrática, y la defensa de los valores espirituales en Bolivia, pues no solo de pan vive el hombre).

** El artículo más brillante, dedicado a los periodistas bolivianos, fue escrito por Mónica Briançon Messinger [Los Tiempos, 06.05.14]. Se titula Día de nosotritos, o sea, el Día de los ‘pollos de granja’, según el presidente Evo; de los ‘muertos de hambre’, según algunos empresarios arrogantes y de los ‘enemigos del cambio’, según el Gobierno. Con un coraje parecido al de doña Juana Azurduy, la guerrillera, y al de la pobre Domitila Chungara, que murió arrinconada en Cochabamba, ninguneada y humillada por las ‘bartolinas’ del cambio, Briançon Messinger critica el amarillismo periodístico y el espectáculo televisivo denigrante cuando “mezcla lencería con comida, la pachanga más vulgar o el show cumbiero”. Pero ella no se detiene ahí. Con gran acierto, añade que esto sucede porque “detrás hay una sociedad enfermiza que solo quiere ver o leer cosas banales”. (…) Por eso, y “debido a estos y a otros motivos estamos ‘nosotritos’ defendiendo la libertad de expresión y evitando la extorsión o el silencio cómodo”. Eso dice esta brava periodista y yo la aplaudo. // Madrid, 

jueves, 15 de mayo de 2014

jamás Evo le restará publicidad a La Razón. La Razón es diario semi-oficioso, sus recursos le ingresan de fuentes oficiales. el juicio, entonces? una tramoya Sr. Peñaranda, cómo ponerlo en duda? la prueba está en las cifras por Ud., ofrecidas.

Es difícil de descifrar la intencionalidad detrás de la decisión del Gobierno de acusar al diario paraestatal La Razón de ‘espionaje’ y de ‘revelar secretos’. La primera reacción obvia es que esa denuncia genera dudas justamente si se considera que, como demuestro en mi libro Control remoto, ese diario es controlado periodísticamente por el oficialismo.

La otra fuente de dudas es que el artículo por el que se acusa a La Razón de esos graves delitos, titulado De cómo en la demanda marítima triunfó la idea de los actos unilaterales, y publicado el 13 de abril por el periodista Ricardo Aguilar, no hace absolutamente ninguna revelación que sea digna de mencionar. Todo lo dicho ahí era conocido con anterioridad por todos los lectores de diarios, bolivianos y de otros países. El centro de la demanda boliviana, es decir, no buscar la anulación del Tratado de 1904, sino intentar forzar a Chile a que cumpla sus promesas de resolver el tema del mar, había sido dada a conocer un año antes (24 de abril de 2013) al presentarse la demanda ante La Haya y que fue publicada en el sitio web de ese Tribunal Internacional. Así que la nota de La Razón, al no desvelar nada especialmente nuevo sobre la estrategia boliviana que no se hubiera explicitado antes, no es pasible de ninguna sanción.

Pero aún ante tan grave acusación la publicidad gubernamental ha seguido llegando a raudales a La Razón, pese a que, según los criterios de la ministra de Comunicación, Amanda Dávila, debería haberse suspendido. Dávila dijo, en enero, que un medio no puede recibir publicidad estatal si no trabaja “de acuerdo a los intereses nacionales”. Si La Razón, nada menos, comete ‘espionaje’ y ‘revela secretos’ a un tercer país, entonces está en una situación aún más delicada de la que supuestamente está Página Siete (que tiene prohibida la publicidad gubernamental) y, por tanto, debería suspendérsele toda la publicidad estatal también a ese diario. Ello no ha sucedido. Desde la primera mención al supuesto espionaje de La Razón, el 16 de abril, han salido en ese diario 48,25 páginas de publicidad estatal. A un promedio de 700 dólares por página, solo desde esa fecha, La Razón ha obtenido de las arcas estatales (dinero de todos los bolivianos) un monto de $us 33.775. En ese mismo periodo, medios como Fides, Erbol o Página Siete no han recibido ni un solo dólar.

Por eso, la estrategia oficialista de iniciar un proceso legal tan serio contra un periódico que pertenece a su órbita, es también muy riesgosa: o le quitan la publicidad y el juicio sigue o se demuestra que la acusación es parte de una tramoya.

lunes, 12 de mayo de 2014

asumir Evo al poder, significó conflictuar a los medios opuestos a su pensamiento. informe de Santana e Isabel Vega de Agencia de Noticias Fides revela esa tensión que no disminuye, aumenta con la cooptación de medios y la proximidad electoral

Hans Franco Santana e Isabel Vega
La Paz, 12 May. (ANF).- Desde que Evo Morales asumió la presidencia el 2006 se notó una marcada tensión entre medios masivos de comunicación y la administración gubernamental, debido a que se cuestionó la labor periodística e incluso se calificó a los medios como los principales opositores.
Desde ese entonces la tensión se mantiene debido a que el Gobierno continúa lanzando amenazas de modificar la Ley de Imprenta y hacer una Ley de Medios para controlar el contenido mediático que va en contra de las políticas estatales, opina el Coordinador Nacional del Observatorio Nacional de Medios (ONADEM) de la Fundación Unir, Erick Torrico.
“Si bien el presidente se ha comprometido el año pasado ante dirigentes de varias organizaciones del periodismo a que la Ley de Imprenta no se va a tocar, sabemos que cada cierto tiempo aparece alguien del Gobierno, de la Asamblea Legislativa, del propio partido de Gobierno que anuncia que va venir una ley, eso hace que la relación sea difícil”, señala Torrico.
Asimismo, menciona el proceso penal del cual fue objeto la Agencia de Noticias Fides (ANF) en agosto de 2012, tras una supuesta mala interpretación de la declaración del presidente al usar el término flojera. Para Torrico este es otro elemento que marca una distancia entre el Gobierno y los periodistas.
Esta opinión es compartida por el viceministro de Gestión Comunicacional, Sebastián Michel, quien considera que en el primer momento del Gobierno de Morales hubo una relación muy compleja con los periodistas, “porque se cruzaba con intereses de dueños de medios de comunicación”.

El criterio de que no hay una buena relación entre medios de prensa y Gobierno también es compartida por el periodista Raúl Peñaranda, quien cree que el periodismo y la libertad de expresión están bajo acoso del poder del Gobierno, porque “le incomoda, le irrita las críticas (y) la fiscalización”.
En consecuencia, señala, el Gobierno opta por acosar a los medios independientes y lo hace a través del acoso verbal, los insultos, la desacreditación, desde el propio presidente del Estado. Otra forma de acoso es a través del Servicio de Impuestos Nacionales y la Unidad de Investigaciones Financieras, que son entidades que tiene para presionar, para acosar a los medios independientes.
“La libertad de prensa está en riesgo, arrinconada y bajo todo el acoso del poder. Los medios independientes sufren ese acoso, por lo tanto aunque todavía la libertad de expresión está vigente y aunque todavía hay medios independientes 10 o 20% ha dicho el presidente, eso es verdad, pero ese número de medios independientes y ese acoso a los medios independientes es creciente, por lo tanto es una situación preocupante”, finaliza Peñaranda.

lunes, 5 de mayo de 2014

variantes entre una y otra versión de Gastón Cornejo cuando escribe sobre Control Remoto de Peñaranda. ponemos en relieve: ¡De cómo el Gobierno creó una red de medios paraestatales y un plan para acosar a la prensa independiente! Ahí están variados temas: contratos sin licitación, la planta separadora de líquidos del Gran Chaco, las carreteras, el sobreprecio en la del Tipnis, los cadetes de la Policía, la deuda a la empleada en Alemania, Roger Pinto, el trabajo infantil en las minas, la explotación sexual, el ecocidio producido por las megarrepresas brasileñas, el Silala, el aborto, la excomunión, la flojera del oriente, los epítetos; finalmente, los ataques contra Página Siete y la inicua persecución contra su director obligando a la renuncia.

La xenofobia demostrada por Hugo Moldiz y la ministra Amanda Dávila hacia el periodista Raúl Peñaranda, autor del libro “Control Remoto”, fue un instrumento inútil contra la valiente denuncia profesional. Ansioso por leerlo y enriquecerme de verdades, presumí que tal trabajo debía tener un contenido verídico y novedoso; ante la estúpida xenofobia convoqué a todos los bolivianos nacidos en Chile a leer el libro del chileno-boliviano, con detenimiento. Me llegó por obsequio una segunda edición de impresión reciente, lo leí en una sola noche, motivado por el interés que siempre despierta una denuncia bien documentada. No pegué pestaña, su lectura apaciguó un tanto el inicial sentimiento negativo mas se tornó en otro tipo de enojo subjetivo igualmente intolerable ante la evidencia de la agresión persecutoria desde el poder político al proceder correcto, al sentimiento patrio impoluto, aquel que yo sentí y mantuve enhiesto ante mi bandera, ante la imagen inmaculada de la Patria. 

El objetivo del libro es elocuente: ¡De cómo el Gobierno creó una red de medios paraestatales y un plan para acosar a la prensa independiente! Ahí están variados temas: contratos sin licitación, la planta separadora de líquidos del Gran Chaco, las carreteras, el sobreprecio en la del Tipnis, los cadetes de la Policía, la deuda a la empleada en Alemania, Roger Pinto, el trabajo infantil en las minas, la explotación sexual, el ecocidio producido por las megarrepresas brasileñas, el Silala, el aborto, la excomunión, la flojera del oriente, los epítetos; finalmente, los ataques contra Página Siete y la inicua persecución contra su director obligando a la renuncia.

Al amanecer, las primeras luces me encontraron absorto metabolizando los hechos denunciados, más otros que conozco como los de don José María Bakovic y el Gral. César López, el cuadro fue completo. Concluí: ¡Felizmente estoy al otro lado en el segundo período de gobierno! El primero estuvo cargado de idealismo, utopía, honestidad, dignidad política. Fue una bella experiencia en mi vida.

Más tarde visité el taller pictórico del consagrado artista José Rodríguez. Había terminado un hermoso cuadro. Por asociación, la imagen golpeó mi interioridad rematando la lectura de Control Remoto. 

Se trata de dos seres humanos en vías de robotización, van ciegos, inconscientes, en gesto estúpido hacia un fondo mural de columnas alternadas de dólares y edificios del consumismo posmoderno. Uno de ellos camina con paso firme, el otro brinca hacia la extinción y la indignidad. Van cubiertos de periódicos rasgados con escritos invertidos cubriéndoles la espalda. Creen estar envueltos en información actualizada, veraz, oportuna, imparcial e independiente. Varias palomas, cuyo habitual ropaje plumífero ha sido permutado por el mismo papel de periódico, circundan a los personajes con noticias tele-dirigidas, se trata de falsas palomas que simulan aún ser el símbolo de la paz y la libertad. Están suspendidas de hilos manejados por titiriteros diabólicos ausentes del escenario. Los mensajes de las colombinas que los rodean, violentan sus derechos de información, su libertad de palabra y el pensamiento crítico, para no rezongar nunca jamás. Se trata de la mejor metáfora visual sobre el lavado cerebral que utiliza el lenguaje político mendaz, el de la doble moral. ¡Aquí no se aceptan libre-pensantes! El libro denuncia la conformación paraestatal de la comunicación y el acoso a los medios independientes. Vale estudiar el contenido en forma cuidadosa pues es un trabajo profesional de elevada factura. Aporta documentación reveladora, útil para crear, en el futuro, la verdadera democracia y el estado de derecho. El autor ameniza cada capítulo con expresiones que trascienden por lo vergonzante de su significado, y los subraya aportando otras citas magistrales de mensaje subliminal: “La política saca a flote lo peor del ser humano”. “Hay momentos en la vida de todo político en que lo mejor es no abrir la boca”. “Ningún político debe ser divinizado”.