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jueves, 10 de noviembre de 2011

Franco Conchari en un alarde de conducta ética y moral renuncia a su empleo en el canal estatal y explica la presión a que son sometidos los periodistas oficiales obligados a deformar los hechos

Agobiado por la presión interna y cansado de imposiciones para cumplir con la línea editorial del gobierno, el periodista Franco Conchari renunció en los últimos días al departamento de prensa  del estatal Canal 7 Bolivia TV.

El comunicador social –en el programa televisivo “Todo a pulmón”- dijo que tuvo que olvidarse de la necesidad de una fuente laboral y dar un paso al costado. “Había que evitar el descrédito profesional”.

Conchari reveló que en el canal del Estado no se cumplen con los principios éticos del periodismo, lo que determina que los productos informativos no reflejan la realidad de los hechos.

En la cobertura de la brutal represión policial contra marchistas indígenas del TIPNIS (Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure), la estación televisiva del gobierno no reflejó la realidad de los hechos, según el entrevistado.

“Es una situación que me puso en la cuerda floja y que estoy acá para que se acaben estas especulaciones. Es falso decir que los periodistas de canal 7 son periodistas del MAS. El día que ocurrieron los hechos ya se podrán dar cuenta de lo que pasaba, profesionalmente tenía que tener cuidado para no ir a un tribunal de ética”, explicó.

“Había que minimizar los hechos”

Conchari indicó que el pasado 25 de septiembre vivió un difícil trance en Chaparina, porque por un lado estaba la realidad de los hechos y por el otro lo que le exigían que informase en el canal estatal.

“Bailé con la más fea y tuve que cumplir en ese momento de informar de una manera minimizada. Hemos sido criticados por varios medios y colegas, que se sorprendieron por la información que no reflejaba lo que se había visto”, destacó.

El periodista hizo una analogía del conflictivo momento ético que tuvo que vivir, al transmitir mensajes televisivos que diferían de los demás medios de comunicación, a partir de un mismo hecho.

“Esta cruz era pesada, como sintiendo la culpa de algo que no tenía yo que no había sucedido. Tuve que dar muchas vueltas y olvidarme de las necesidades económicas, de lo que es mantener un trabajo y decir doy un paso al costado y encaminarme y llegar al objetivo y no desacreditarme en lo profesional”, enfatizó.

Conchari aclaró, sin embargo, que los ejecutivos del Canal 7 no le obligaron a cambiar la realidad de los hechos, pero sí le pedían minimizar la información.

Para contrarrestar el conflictivo momento, tuvo que apelar a los supuestos, comentar sobre la base de una verdad y “no de la realidad misma”.
“Me sentía que no decía la realidad de lo que había pasado. Porque me sentía herido y sentía que pisoteaba mi trayectoria y la ética profesional. Ese momento me sentía entre la espada y la pared,  tenía que hacer lo que se me ordenaba y pedía que hiciera. Minimizar la información y no alarmar a la población”, agregó.

“Pido disculpas a toda esta gente a los ciudadanos que se sintieron mal informados, o fue mala intención del periodista. Simplemente cumplí con lo que se me pidió”, concluyó.

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