La ministra de Comunicación, Amanda Dávila, manifestó este sábado que el gobierno de Evo Morales se encuentra muy preocupado por el conflicto policial que tiende a un escenario crítico, digitado por pequeños grupos con interés políticos, pero los policías respondieron que es mentira.
“Algunos sectores (están) utilizando la demanda justa de policías dando una dimensionalidad política, excediéndose en la fuerza, abuso, atropellos y actos vandálicos que no parece ser algo casual por el calor de la manifestación (…) hay un escenario muy preocupante que nos lleve a pensar que ha comenzado un escenario, de una suerte de golpe alentado por algunos grupos”, afirmó.
El dirigente de la Asociación Nacional de Suboficiales, Sargentos, Clases y Policías (ANSSCLAPOL), sargento Javier Quispe, respondió que “nos somos políticos para estar en esos afanes, eso es totalmente mentira. Queremos desmentir a la opinión pública porque (el movimiento) es una demanda justa para salario camaradas”.
La vocera gubernamental argumentó que tienen reportes de prensa y de inteligencia sobre la portación de armas reglamentarias en algunas unidades policiales de Cochabamba, Tarija y La Paz; además, que se sumaron algunos expolicías y otros con intereses políticos. Sin embargo, reconoció la reivindicación de los policías es legítima.
El Ministro Romero señaló que la crisis de la policía tiene dos vías de resolución, “el camino institucional, diálogo, entendimiento y la concertación que es lo que estamos preservando nosotros; el segundo camino es la confrontación, la ruptura institucional y democrática”.
Y una marcha inesperada de policías por la avenida Arce, en la ciudad de La Paz, hizo que se declarará en cuarto intermedio el diálogo entre los ministros y los policías amotinados que demandan la nivelación salarial.
Aproximadamente 300 guardias llegaron hasta las instalaciones del Viceministerio de Régimen Interior donde se había iniciado el diálogo entre los amotinados y los ministros de Gobierno, Carlos Romero; de Producción, Teresa Morales; de Comunicación; Amanda Dávila, quienes abandonaron el recinto.
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