unidos por el trabajo radial, separados por nuestra ideologías, compartimos ideales comunes con enorme franqueza. Despedida al c. Antonio Peredo

cumpliría 80 dentro de poco, cuando su corazón dejó de latir. Antonio Peredo muere en La Paz, ciudad de la que nunca quizo separarse. lo encontre en Cochabamba, justamente en El Prado un día de septiembre del 2008 "Antonio me enteré que tu salud estaba resentida", me contestó de corrido "lo que pasa es que cuando salgo de La Paz, tengo problemas" y en un diálogo que se prolongó bastante, me refirió que sí, que  tenía problemas cardíacos desde bastante tiempo atrás, pero que curiosamente en la altura paceña no se manifestaba como en Cochabamba a menor altura..."sí es curioso".

Antonio se preocupó por mi salud, y por mis actividades ya que conservamos una vieja, muy vieja amistad desde cuando en 1958 trabajamos lado a lado en Radio Amauta entonces dirigida por Genaro Saavedra Pérez un veterano periodista creador del "diario hablado" que concitaba la atención de tantos oyentes, Antonio era redactor y dueño de una voz pastoza y acentada intervenía también en radioteatros y en la lectura de su propia producción. por entonces éste editor se ocupaba de varias tareas en Radio Amauta ubicada en calle Comercio, a 60 metros de la Plaza Murillo. Empezaba mi jornada con la lectura de la Primera Edición del Diario Hablado, con Oswaldo Irusta, con Rodolfo Saravia, con Enrique Sandrini, y varios otros c.c., salía al desayuno en confitería Sakura, para quienes recuerdan en la misma Comercio esquina Pichincha...8.30 de regreso para la primera radionovela dirigida por Rosario del Granado, excelente voz, actriz de radionovelas que causaban furor en la audiencia. A las 9.30 con Antonio y bajo la batura de Mario Guzmán Aspiazu nos repartíamos el trabajo y a la calle a buscar noticias, para regresar a las 11.00 y teclear el material para la edición de las 12.30

Antonio era conocido como persona muy seria "renegón bigotudo" le llamaba con cariño don Genaro que aplaudía diariamente nuestra labor...y estaba siempre vigilante que no cometamos fallas. En fin, nos separamos luego de unos meses de trabajo conjunto, me marché a Radio Aspiazu y de allí a fundar Radio Pio XII junto a Mario Otero y Gastón Dick.

Nos volveríamos a encontrar justamente en la Pio, que fue anfitriona de la Segunda Conferencia Nacional de Locutores y Operadores, que me honró como su presidente concediéndole la vicepresidencia a Antonio Peredo y la Secretaría a don Alfonso Rojas...memorable reunión que sucedía hace 50 años al Primer Congreso celebrado en La Paz.

Traigo a colasión estas referencias para decirle ADIOS a un compañero leal, a un camarada que a pesar de nuestras diferencias ideológicas él formado en la disciplina marxista que le llevó a prisiones y destierros múltiples, yo con mi formación humanista y cristiana, nos mantuvimos unidos en lo fundamental, separados en el método de lucha por la justicia social, ambos dentro del periodismo radiofónico hasta cuando apareció la televisión y con el exilio la distancia entre nosotros fue de miles de kilómetros el uno del otro. PAZ en tu tumba. Consuelo para María Martha que se integró a maravillas con  tu carácter comprensivo, amable a la par que intransigente con la moral, la ética, el apoyo familiar.
Ahora lamento no haber podido, aquel día en El Prado, conversar contigo mayor tiempo...y es que ambos llevábamos esas incongruentes prisas por compromisos de la hora. ADIOS. Cualquier día continuaremos la batalla por los nuestros en mejores condiciones y con mayor poder desde lo alto.