Gregorio Iriarte con su muerte une a los medios
El fallecimiento, la tarde de ayer, del padre oblato Gregorio Iriarte ha causado profundo pesar entre quienes lo conocieron, aunque haya sido muy indirectamente, por su labor pastoral y su compromiso con las causas más justas.
Como ocurre muy rara vez, los muchos homenajes que durante las últimas semanas se le tributaron fueron ocasión para que aunque sea por breves momentos se releguen a un plano muy secundario las eventuales discrepancias.
Por encima de cualquier otra consideración, fueron unánimes y muy sinceras las expresiones de agradecimiento y afecto que recibió el padre Iriarte y ese sólo hecho, tan o más que los discursos que le fueron dedicados, da testimonio de lo fértiles que fueron los 48 años durante los que dedicó sus mejores esfuerzos a cultivar, mediante sus prédicas y su ejemplo práctico, valores como la justicia, la tolerancia, el respeto a la opinión ajena o la defensa de la paz.
Es de esperar que su memoria, como lo fue su paso por la vida, sea motivo de inspiración para quienes a pesar de toda adversidad perseveran en el afán de contribuir, por muy modestamente que sea, a la construcción de una sociedad mejor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario