CARLOS MORALES PEÑA | EL DEBER
Ismael Cala todavía no sale del asombro tras el impasse que vivió con el presidente Evo Morales. En menos de 24 horas, el mandatario lo llamó cobarde, agente del imperio y prófugo de la Revolución Cubana, para luego sostener una madrugadora entrevista en el Salón de los Espejos del Palacio de Gobierno, el sábado, que se emitirá el martes 13. Minutos antes de su partida desde Santa Cruz, Cala contó su experiencia para EL DEBER.
Es la primera vez que vivo algo así. Tengo sentimientos encontrados por todo esto. Realmente mi interés era tener una conversación programada hace más de tres meses y confirmada por el Ministerio de Comunicación y reconfirmada una semana antes de nuestra visita. Nosotros trabajamos esta entrevista con mucha anticipación. El propósito era conversar con Evo Morales y ponerlo en contexto latinoamericano y mundial, dado que Morales se ha convertido en una figura no solo para América Latina sino para el mundo, en ese movimiento antimperialista que él está abanderando también.
¿Usted no hace una autocrítica personal, por el hecho de haber ventilado ante los medios la cancelación de la entrevista con Morales?
¿Qué iba a decir? Póngase en mi lugar. Si ya se había anunciado ante los medios que veníamos a conversar con el presidente, ¿qué podíamos decir?, ¿que la cancelé yo? Entonces yo no tenía otra opción que ventilar con los medios bolivianos lo que había sucedido.
La entrevista, al final, se realizó. ¿Tuvo Evo Morales el “poder de escuchar”?
Creo que Morales tenía una molestia por todo lo que ocurrió tal como lo expresó públicamente. Sin embargo, al final, concedió la entrevista y por ello yo le agradezco enormemente. No creo que haya sido la mejor primera impresión que ambos nos hubiéramos llevado el uno del otro. Lamento que haya sido así porque trato que las conversaciones que sostengo en mi programa no sean desde la hostilidad, al contrario, siempre desde un tono de amabilidad y generosidad. No pudo ser una conversación típica de Cala, porque fue una conversación con una predisposición del presidente hacia mi persona que la había hecho pública antes. El martes 13, cuando salga la entrevista, van a poder ver una entrevista difícil, sin duda.
¿Sintió que lo habían maltratado?
No me tomo el tema en el plano personal. No me sentí maltratado. Siento que Morales me trató como un símbolo de la cadena mediática que él tanto menciona como parte del imperialismo. Entonces no me puedo tomar nada personal, porque yo soy un latinoamericano, vivo en Estados Unidos, viví seis años en Canadá, viví casi un año en México y no sé si Estados Unidos es mi destino final. Sigo siendo latinoamericano. Viví 28 años en Cuba, y mi esencia no ha cambiado.
¿En qué sentido Evo Morales hizo una catarsis?
Durante la entrevista Morales hizo una catarsis. Incluso, en varias ocasiones me interrumpió para decirme que no lo dejaba hablar, escúchame, me dijo. Entonces, opté por escucharlo totalmente, sin siquiera exponer algunos puntos de vista hasta que me diera un punto final. No fue la primera mejor impresión que me hubiera gustado tener de una primera charla con el presidente Morales.
¿Cómo fue ese primer bloque de la entrevista que mencionaste como tan difícil?
Fue el momento en que Morales me expuso lo que ya había dicho en televisión. Que le parecía una actitud cobarde que yo hubiera hablado ante los medios y que iba a averiguar cómo había escapado de Cuba para vivir en Estados Unidos. Fue difícil porque yo no lograba avanzar en los temas que quería conversar con él. Sí tuve que escuchar al presidente ventilar su frustración sobre lo que había ocurrido.
¿Cuánto cambió su visión sobre Evo Morales después de esta entrevista?
Conocía a Morales antes pero no personalmente, solo lo entrevisté una vez por teléfono en un noticiario de CNN cuando todavía no era presidente hace muchos años a raíz de un incidente que había ocurrido durante su campaña política. Por eso tenía tanta ansiedad de conocerlo y tener una conversación llana, simple y sin aspiraciones de demasiada teoría. Mi opinión sobre Morales no ha cambiado, sigue siendo la misma. Creo que Morales es un líder que se ha ganado ese liderazgo a través de las elecciones. En lo personal, siempre he sabido que es un guerrero, que no se queda callado, es un hombre que expresa lo que piensa y dice lo que son sus emociones, y a mí me gusta eso. Prefiero la gente así y no la gente hipócrita.
Evo Morales, ¿un ‘guerrero desbocado’ por lo que dice?
No creo. Él dice lo que piensa. Es un hombre espontáneo. No sé cuánto mide lo que dice. En la conversación conmigo fue un hombre espontáneo. Creo que dijo lo que estaba sintiendo y lo que le venía a la mente. Eso lo hacemos todos los seres humanos. Morales no es un político clásico, por todo su historial de vida, prefiero la gente que es así y no la gente que es demasiado medida.
Usted dijo que le daba alergia ciertos políticos. ¿No sintió esto con Evo Morales?
No sentí alergia con Evo Morales, porque yo siento que no fue formado dentro de la política tradicional. Evo Morales fue un líder sindical cocalero y campesino, en la entrevista él precisa que no se quedó solamente con el sector cocalero, y tiene una experiencia totalmente diferente a quien va a estudiar relaciones internacionales, ciencias políticas y que se forma como un teórico de la política. Por eso yo respeto a Evo Morales, porque él se ha ganado su liderazgo a base de su trabajo en las bases y de ganar confianza en lo que ha sido su historia de vida. Morales demuestra que el líder no solo nace, sino que se hace con su vida y con su visión, y por sus orígenes humildes.
¿Qué momento rescata como lo más positivo de la entrevista con Morales?
Yo sentí empatía con Morales en todo momento. Si él se tomó esta conversación en el plano personal estaría mal. Sentí empatía cuando me habló de su niñez, de sus orígenes, de su papá y de toda su historia de vida. Veo en Morales a esas personas que, como yo, no estaban destinadas a tener un determinado recorrido de vida. Para mí hay una empatía con Morales que se puede romper por un incidente de malentendidos. Respeto a alguien que, con pasión, me cuenta su vida porque cree en una causa. Creo que este es el caso de Morales, él cree firmemente en lo que está haciendo para su gente y para su país. Él cree firmemente en la formación de este bloque antimperial aunque me parece que un poco se va a los extremos, con una visión ideologizada de la realidad, y con una visión de que porque yo trabaje para CNN y sea cubano que vive en Estados Unidos, soy parte del modelo imperialista. Ahí, me parece que estamos haciendo caricatura. Pero respeto su visión, aunque sea fuerte
PERFIL
CARGO: presentador de noticias de la cadena cnn en español
EDAD: 44 años
Nacimiento: Santiago de cuba
Primer libro
Primer libro
El Poder de escuchar es su obra prima. Allí plantea la importancia de escuchar al interlocutor como filosofía de vida.
segunda oportunidad
“Estoy totalmente abierto a la posibilidad de una segunda conversación con Evo Morales cuando ya todo esto quede en el pasado y tengamos oportunidad para entrar en los temas y no en las circunstancias”, afirmó.
Morales: “Cala es un latino sin identidad”
El presidente Evo Morales calificó ayer al presentador de la cadena CNN Ismael Cala como un "latinoamericano, pero sin principios ni identidad latinoamericana".
"Después de que Cala dijo sí que no se va a cortar, recortar la entrevista, hemos aceptado la entrevista y me ha repetido varias veces diciendo que es un latinoamericano, pero yo sé aquí que es un latinoamericano, pero sin principios ni identidad latinoamericana", dijo el mandatario desde Tarija. A este calificativo de Morales hacia el periodista se suma el de "cobarde" que le expresó el viernes, luego de que este acudiera a los medios para "quejarse" por la suspensión de la entrevista que debía realizarse el jueves.
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