Presencia de SE Evo Morales en la ONU

Mauricio Aira

Tema obligado la participación de los Jefes de Estado en la Asamblea General de las Naciones Unidas y la presencia de Bolivia en el más alto organismo. Merced a la trasmisión en vivo realizada por la BBC de Londres de todas las intervenciones empezando por la Barack Obama Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica que fue el primer orador, al último del segundo día que fue Evo Morales, hemos seguido con atención parte de los discursos. En primer lugar destacamos que el tiempo concedido a cada expositor es de 10 a 15 minutos, como la mayoría de los Presidentes respetan al pie de la letra, en cambio otros como Cristina Fernández o Evo Morales se exceden en el tiempo reglamentario y sin tomar en cuenta el debido respeto a los demás doblan o triplican el espacio de tiempo pactado entre todos y que se ha hecho una norma en todas las Asambleas.

No vamos a referirnos a los contenidos de los discursos de las presidentas de Brasil y Argentina, sino mencionar que lo hicieron con altura, con dignidad y con diplomacia como corresponde a sus investiduras. Tanto una y otra trataron con dureza la actitud de los Estados Unidos y otros estados que tienen derecho al veto en el seno del Consejo de Seguridad de la ONU, pero es noble reconocerlo, ninguna de las dos damas descendió a la adjetivación, ni a la diatriba. Contrarias a la hegemonía que ejerce el coloso del norte, mostraron sus críticas y sus desacuerdos con frases certeras y condenatorias, especialmente la segunda al cuestionar la estructura del Consejo de Seguridad, del que Argentina formó parte, y mostrar que el momento actual es otro diferente al de la Guerra Fría que motivó la formación y puesta en marcha del Consejo, sugiriendo su modificación y poniendo énfasis en factores económicos para explicar el tema de la Deuda Externa de la República Argentina.

Donde sí deseamos detenernos es en el discurso de Evo Morales. Los dos primeros acápites del estado de las finanzas y la economía en Bolivia si bien discutibles en su esencia, y la querella presentada ante el Tribunal de Justicia de La Haya que ocupó algunos minutos de su larga perorata se explican y hasta justifican, aunque hubiese sido oportuna la ocasión para profundizar en las motivaciones que tiene la sociedad boliviana para demandar a Chile. Lo cuestionable vino a continuación cuando mostró su reproche y ocupó gran parte de su tiempo en criticar el incidente del avión del Presidente Maduro de Venezuela a quién se le habría negado atravesar el espacio aéreo estadounidense sin el permiso previo de tres días que se exige a toda nave aérea que desea tal licencia. Incidente que fue suficientemente aclarado y justificado por las autoridades respectivas del país anfitrión de la Asamblea.

Los otros temas contenidos en el petitorio de formar un tribunal para juzgar “los crímenes de lesa humanidad del Presidente Obama”, del cambio de la sede de las Naciones Unidas que deberían “abandonar Nueva York, donde no nos sentimos seguros por el terrorismo imperialista” y la reestructuración del máximo organismo mundial, dejan lugar a la especulación, la mofa, y hasta el ridículo por lo inoportunos, mal sustentados y demagógicos. El estilo de obrar dentro de la política boliviana, con adjetivos inapropiados y con un lenguaje agresivo e hiriente no puede personificar al pueblo de Bolivia de suyo respetuoso y considerado. Los críticos a la forma de actuar de Evo Morales, repiten los argumentos de otras ocasiones. Una tribuna tan importante y seria como la Asamblea de las NNUU debería utilizarse para promocionar a la Nación, para ofrecer un ambiente adecuado para inversiones y estudio de oportunidades, para reclamar apoyo al esfuerzo de las instituciones y ciudadanos de Bolivia, que trabajan, que se empeñan en lograr un futuro mejor, de mayor Justicia y de mayor Dignidad para el hombre boliviano. Oportunidad desperdiciada por enésima vez, sembrando en cambio el encono, la diatriba y hasta el insulto frente al estupor que provoca semejante e impensada actitud presidencial.